Claudia Cabrera (México) / (Giuliana Kiersz (Argentina) / Genny Cuervo (Colombia) / Julie Pichavant (Francia) / Gabriela Román / Martha Mega / Andrea Soler / Mariana García Franco

CICLO IV

DRAMATURGIA Y CREACIÓN ESCÉNICA CONTEMPORÁNEA ESCRITA Y DIRIGIDA POR MUJERES (2019)

 

Pensando en el caos y en los espacios de vacío creados entre lo que se escribe, se piensa y se genera en la escena, nació el interés por proponer para este cuarto ciclo, el primer laboratorio escénico a distancia donde un equipo mexicano, directora y actores, trabajaran con la dramaturga invitada a partir de una idea de ésta pero sin un texto preconcebido, en la que ella pusiera palabras a la investigación espacial del equipo y de ello resultase un texto -no necesariamente terminado- pero que reflejara la búsqueda y la unión de intereses de colaboración y de reconocimiento de las maneras de trabajar, de concebir, y sobretodo, de generar espacios para reflexionar en las artes escénicas y sus caminos contemporáneos.

 

De esta manera se propuso reunir un equipo integrando a algunas creadoras que correspondieran al perfil de lo propuesto. Entre las dramaturgas que estuvieron fueron, de Argentina, Giuliana Kiersz, de Holanda, Ninke Overbeek, de Colombia, Genny Cuervo, la  dramaturga francesa, Julie Pichavant, Letizzia Russo de Italia, y la dramaturga mexicana Gabriela Román. Apostamos por la indagación de una escritura en el espacio escénico y una necesidad de continuar investigando caminos nuevos para su re-escritura y sus propuestas recientes. A partir de este momento determinamos darle el peso a los procesos creativos, su desarrollo y manifestación.

 

En cuanto a las directoras,  buscamos creadoras escénicas  que tuvieran el interés por la investigación. Se invitó a dos directoras con trayectoria, experiencia y cuyo trabajo tiene un carácter interdisciplinario: Mariana García Franco, quien ya a colaborado en estos ciclos, y Claudia Cabrera, quien actualmente a centrado su trabajo en la investigación interdisciplinaria  y transdiciplaria compartiendo conocimientos a nivel internacional. A ellas se sumaron la bailarina y coreógrafa Evoé Sotelo, Andrea Soler, Jennifer Moreno y Martha Rodríguez Mega.

 

Para esta 4a emisión, la subdirección de la Coordinación de Teatro, abre las puertas al Ciclo, llevando a cabo una muestra de los trabajos y sus procesos, en el Teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque INBAL.

 

TESTIMONIOS

 

ANDREA SOLER

El Ciclo de Dramaturgia Contemporánea Escrita y Dirigida por Mujeres curado por Carmen Ramos ha sido para mi un espacio de libertad creativa increíble donde he podido investigar la escena, conocer a artistas impresionantes y presentar mi trabajo con el respaldo de una institución cultural.

Participé por primera vez como directora en el IV Ciclo en 2019. Fue un sueño hecho realidad. Hasta entonces mis esfuerzos por mantenerme activa en la escena teatral habían sido enormes, y era la primera vez que me asignaban un presupuesto y me daban libertad creativa casi ilimitada. La única consigna era trabajar con una dramaturga, lo cual me entusiasmó más pues tendría un texto original y dos mentes se abren más que una. Me tocó trabajar con Gabriela Román, dramaturga mexicana. Eso provocó que quedáramos de vernos en un café de la colonia del Valle en la CDMX. Mal café pero bonito lugar. Ahí comenzó el proceso, con el encuentro. Sin saber  mucho de qué iba el Ciclo, si habráa un tema o cómo sería la dinámica de trabajo, nos pusimos a pelotear ideas. A conocernos. A pensar qué nos gustaría crear si pudiéramos hacer lo que quisiéramos. Hablamos de nosotras, de nuestras ideas del teatro, de la escena, de nuestras inquietudes como mujeres y como artistas. Gabriela me compartió la versión digital de su obra Playa Paraíso, para que conociera su trabajo. Quedé fascinada con las capacidades de Gabriela, y aún más entusiasmada de lo que podríamos crear juntas. A partir de ahí yo le enviaba audios contándole ideas que se me iban ocurriendo, imágenes, temas, tonos, reflexiones, acciones que me gustaría hacer.

Decidí contratar a las actrices Beatriz Álamo y Heidi García. Lo que escribiera Gabriela, yo lo adaptaría a ellas. Como productora esta vez tenía podía pagarles. Gabriela comenzó a enviarme textos, yo creaba un guion de acciones a partir de esos textos y lo llevaba al ensayo con Beatriz y Heidi. Ellas a su vez creaban con lo que Gaby y yo proponíamos. Muchas veces Gabriela asistía a los ensayos y continuaba escribiendo. La Coordinación Nacional de Teatro nos prestó espacios adecuados donde ensayar y pudimos llevar un proceso de ensayos muy productivo. En los ensayos surgió la idea del fuego. Y del fuego, el título de la obra: Abrasadas. Todas participamos en el proceso creativo logrando una obra donde cada una de nosotras se involucraba de manera personal y se dejaba desplazar por la otra. La presentación en el teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque fue mágica. No esperábamos nada. Trabajamos con dos conceptos: humildad y verdad, y eso fue lo que dimos ese día. La respuesta del público asistente nos conmovió mucho. Los aplausos continuaron durante un buen rato y sentimos que habíamos logrado tocar al público de la misma manera que el proceso nos había tocado a nosotras. Y no se quedó ahí, cada una de los procesos del ciclo me enseñaron algo. El juego con el público de Auscencia Presencia. El sonido del café cayendo de Ella en mí. El rayo de luz a mitad del escenario y el movimiento mínimo de No hay texto adicional. La conciencia del calentamiento global de Antes de que suban los mares. Y los kilómetros y conos de helado como sombrero de Ruido Blanco. Es teatro que no se ve todos los días. La invitación a participar de nuevo en el VII ciclo, esta vez con un tema y con María Fernanda Vomero como provocadora escénica, me da una nueva dimensión de la libertad creativa, ahora el texto y la puesta en escena corren por mi cuenta, pero el proceso se vuelve el protagonista de la creación.

Estoy muy agradecida y siento una gran admiración por Carmen Ramos y Lydia Margules por el trabajo que realizan para estimular el trabajo de mujeres en el teatro y generar nuevas propuestas que dan aire fresco a la escena mexicana.

 

GIULIANA KIERSZ

El ciclo, en mi experiencia, fue un espacio de apertura, encuentro y transformación. En mi primera participación, en la que Isabel Toledo escenificó "B", una obra que había escrito unos años antes, fue el encuentro con ella, con su mirada, con su puesta y con sus preguntas, de lo que más me nutrí y disfruté. Mi segunda participación fue a través de un encuentro con Martha Mega, una invitación a lanzarnos al abismo de crear juntas sin conocernos. En la búsqueda y construcción de un diálogo a través del cual escribir compartimos entradas de diario, pensamientos y sensaciones. A partir de un deseo y una frase que Martha escribió en nuestro documento en común, surgió "Antes de que suban los mares". Conocerlas, a Isabel y a Martha, como personas y creadoras, me inspiró y sigue inspirando mis textos.

 

GABRIELA ROMÁN FUENTES

No recuerdo exactamente como ni cuando recibí la invitación para formar parte del Ciclo. Solo recuerdo con claridad el vértigo: una mezcla de entusiasmo y angustia. La propuesta sonaba genial, pero me estresó lo que implicaría: estar desde el inicio, y por primera vez, cara a cara con las que darían voz y cuerpo a mis palabras. Hasta ese día era lo que algunos llaman “dramaturga de escritorio”. Todos mis procesos de escritura habían sido en privado, sin la complicidad de nadie más. Y aunque creo que mi experiencia en otras áreas me ha dado una mirada más caleidoscópica del quehacer escénico, escribir había sido un ejercicio solitario que desconocía sus alcances hasta una vez terminada la obra. El Ciclo me ofreció la primera oportunidad de colaborar con creadoras desde el germen mismo de la idea. A esta experiencia, de por sí rica, habría de sumarse el trabajar con un equipo conformado solo por mujeres. Quizás pueda parecer una nimiedad esa de ponerse a dialogar durante todo el proceso de creación —bajo el cobijo institucional y de otras creadoras con bastas trayectorias. Para mí, fue como abrir compuertas de una presa. Compartimos intereses y miedos; risas y tristezas. Comprobamos de primera mano que, para bien y para mal, no estábamos solas. Nuestras coincidencias eran aplastantes, tanto estética como personalmente. Navegábamos las mismas aguas, incluidas esas llamadas “Síndrome de la impostora”. Este diálogo impulsó en mí la necesidad de explorar otros géneros, como la poesía y la narrativa; así como otros formatos de escritura para la escena. También me ha permitido reflexionar sobre diversas posibilidades de autoría, no solo en términos de creación colectiva, sino ahora pienso en los caminos de la re-escritura, la apropiación, el testimonio y otras formas que expandan los límites de la autoría única y la ficción misma. Asimismo, este encuentro doblegó mi interés en trabajar con y para mujeres. Creo firmemente en la importancia de que existan este tipo de espacios, no por cumplir cuotas, ni siquiera por una deuda histórica (que la hay); sino llana y sencillamente porque las mujeres —por siglos excluidas y relegadas de la creación escénica—, tenemos nuevas perspectivas que ofrecer a la escena. Ser lo que socialmente se entiende por “mujer” implica cultural y políicamente otras miradas, las cuales han enriquecido y transformado el teatro contemporáneo. No temo decir que el futuro y el presente del teatro es femenino. Cuando menos aquel teatro que logrará cimbrar estructuras y contenidos, tal y como ya lo está haciendo.

 

GENNY CUERVO

He participado en dos oportunidades del ciclo de dramaturgia escrita y dirigida por mujeres, posibilitado el diálogo, la cooperación y la relación creativa con directoras y actrices de México, generando un proceso de aprendizaje y crecimiento muy significativo para mi camino como dramaturga. Esta iniciativa facilita La conexión y hace posible una creación conjunta que nos nutre como artistas y nos abre nuevos horizontes. En un sistema de producción que no impulsa la dramaturgia femenina ni contempla este tipo de relaciones, el ciclo se convierte en una alternativa que fortalece la divulgación de las dramaturgias femeninas e impulsa la puesta en escena de directoras y actrices con increíbles cualidades creativas. Agradezco la posibilidad de hacer parte del ciclo y espero seguir participando de este espacio, encontrándome talentosas mujeres y tejiendo redes que impulsen nuestro trabajo en los circuitos de las artes escénicas.

 

JULIE PICHAVANT

Nos conocimos con Carmen Ramos en 2018 mientras participábamos como actrices en el proyecto Auxilio una creación colectiva entre  México y Francia, una creación del Colectivo TeatroSinParedes y el Théâtre 2 L'Acte. 3 autores. 3 directores. Acababa de realizar una investigación y un documental: "Hemibrycon Brevispini" sobre el tema de la explotación de los cuerpos y los territorios a lo largo del río Magdalena, animada por esta pregunta: ¿Cómo dar voz a la resistencia, en particular la de las mujeres? La observación de Françoise d'Eaubonne, escritora y pionera del movimiento feminista, tenía todo el sentido: "la opresión patriarcal de las mujeres y la explotación capitalista del planeta provienen de los mismos mecanismos de dominación" . En 2019, Carmen me propuso participar en el IV Ciclo de Dramaturgia Contemporánea escrita y dirigida por mujeres. Un encuentro que promueve la investigación entre creadoras escénicas mexicanas, latinoamericanas y europeas. Recibí su invitación para colaborar  como dramaturga con Claudia Cabrera en la dirección desde el otro lado del charco en Francia. Con esta edición Carmen Ramos y Lydia Margules no habían iniciado ningún tema más que el del encuentro y la experimentación. En ese momento, nunca había trabajado en un proceso artístico cuyo material creativo surge de la correspondencia, de los intercambios a través de las redes sociales. Y, sobre todo, nunca había participada en un proceso internacional en el que la creatividad de quienes están menos representados en el panorama cultural, aunque tengan las mismas competencias, está en primera línea: las mujeres. Éramos 6 dramaturgas, 6 directoras invitadas. 6 países representados: México, Colombia, Argentina, Holanda, Francia e Italia. Ninke Overbeek, dirigida por Mariana Garcáa Franco, Gabriela Román con la dirección de Andrea Soler, Letizia Russo con la dirección de Evoé Sotelo, Giuliana Kierzbajo con la dirección de Martha Rodríguez Mega, Claudia Cabrera y yo. Fue una experiencia maravillosa. Un espacio radicalmente necesario para la expresión y la reflexión, para poner en diálogo los procesos creativos con los equipos, con el público. ¡Un soplo de aire fresco! Con Claudia habíamos trabajado en el tema de los exiliados, de los refugiados climáticos-políticos y las fronteras. La pregunta de la actuación resuena: ¿Qué tan lejos estás de tus seres queridos? En ese momento pudimos unirnos y presentar un trabajo performativo en proceso: Ruido Blanco. El espacio se llenó de metros de costura que representaban cada paso que nos separa de un lugar, de nosotros mismos, de los demás. Terminamos con estas palabras: "en el lenguaje de los Tohono O'Odham, una tribu amerindia del desierto de Sonora, la palabra muro no existe". Acabábamos de experimentarlo colectivamente. ¡No teníamos ni idea de lo visionario que era el proceso propuesto por el Ciclo! En 2020 el virus extractivista se ha apoderado de los respiradores. El Ciclo de Dramaturgia Contemporánea escrita y dirigida por mujeres, contra toda las adversidades, continuó su movimiento. Una nueva convocatoria liberadora nos impulsó a salir de nuestras habitaciones, de nuestras pantallas al encuentro. Volvimos a abrir nuestras ventanas a un vasto mundo. Nuestros encuentros poéticos en línea comenzaron un día de terremoto en la Ciudad de México. Más tarde, 2750 toneladas de nitrato de amonio soplaron la ciudad de Beirut, un pueblo confinado en las ruinas. En este contexto, Carmen y Lydia propusieron a los equipos cuestionar nuestras intimidades. Invitada como dramaturga, colaboré con la directora Susana Meléndez, asistida por Candy Ramírez, y con un fantástico equipo de actrices y actores: Andrea Guerrero - Jimena Mancilla-Carlos Talavera- Alberto Cerz. Hemos creado colectivamente: Intimidades Estalladas. Una reflexión sobre la explosión de nuestros paisajes interiores y exteriores. Los teatros permanecieron cerrados, pero gracias al dispositivo tecnológico, todos los equipos de dramaturgas y directoras, Micaela Gramajo-Andrea Gómez Itandehuitl Méndez-Ave Terrena-Juliana Faesler-Valeria Loera, Susana Meléndez y yo compartimos su proceso con el público. Todos inventamos nuevas formas performativas, una nueva metodología. Nuestras intimidades, nuestros cuerpos, son políticos. Esta vez, no había cruzado el océano y la distancia, pero la creatividad y la poesía demostraron que no tienen fronteras. Como parte del VI Ciclo de dramaturgia contemporánea escrita y dirigida por mujeres, Carmen Ramos invitó a cuatro creadoras mexicanas y me propuso acompañar el proceso de creación como dramaturga sobre la noción de resistencia, lo que resultó en cuatro presentaciones de work in progress: Itzhel Del Razo - I love Papi, Mariana Giménez -Estas botas están hechas para correr, Valentina Sierra Barcena - Quiero ser Nadia y Alejandra Chacon -Los tres juicios de Magda Cerdeña o de como aprendí a amar el Rata&Tonic. Una experiencia emocionante, una inmersión en el universo creativo de cada una. Después de un proceso de mayéutica artística a distancia, volví a cruzar el charco el 7 de septiembre de 2021. Ese día la tierra tembló en la Ciudad de México, como un haiku del Ciclo de dramaturgia contemporánea escrita y dirigida por mujeres: una intensa vibración que rompe todos los paradigmas.

 

MARIANA GARCÍA FRANCO

La primera vez que estuve en el ciclo  Dramaturgia contemporánea escrita por Mujeres fue en el año 2016 con un texto de Fernanda del Monte, Sinistra.  Estábamos en Casa de la paz en la calle de Cozumel 35 en la Colonia Roma, una casa bellísima. La invitación de Carmen para trabajar con un texto de Fernanda del Monte fue muy provocadora. El texto permitía investigar una gran cantidad de posibilidades escénicas, de intertextualidades, de llevar el trabajo de creación junto con los actores, Uriel López, Edson Martínez y Domenico Espinosa, a un territorio que nos permitía el cruce de varios lenguajes.   En un ciclo que recién empezaba ya se planteaba el “proceso” como una cosa fundamental para el trabajo. Realmente se trataba de mostrar el proceso y a mi en lo particular me parece un desplazamiento fundamental no trabajar para un resultado sino compartir las entrañas de la creación misma. Tener cerca a Fernanda y dialogar con ella fue muy importante y enriquecedor, pocas veces existe la posibilidad de trabajar tan cerca de la dramaturgia y lo que hizo esta experiencia fue abrir lecturas, entender la teatralidad no sólo desde el papel sino desde la propia voz de quien enunció esas palabras y tener la experiencia de la propia creadora del texto en la mano. El espacio, era otra provocación. Salirse del teatro para intervenir un espacio como Casa de la Paz y al mismo tiempo dejarse intervenir por él fue una parte sustancial de la investigación. Compartir el espacio con mujeres directoras y trabajar con dramaturgias escritas por mujeres únicamente fue en ese momento algo completamente nuevo y que abrió una reflexión importante para pensar dónde situarnos, para pensar la escena con una perspectiva de género y un encuentro creativo absolutamente inclusivo. En 2017 participé en el ciclo 2do ciclo de Dramaturgia Contemporánea escrita por Mujeres con la obra de la colombiana Jenny Cuervo, Manteca de muerto. Con ella intercambiamos un par de mensajes, de mails y podría decir que tuvimos menos diálogo a nivel personal que con Fernanda que vivía en nuestra misma ciudad, pero esta obra era tan fuerte y contundente, tan similar a las situaciones que ocurren en nuestro país, que realmente el diálogo se abrió en el momento de crear y de meter al territorio de la investigación la dramaturgia de Jenny Cuervo. Con Natalia Goded, Uriel López y Regina Flores Ribot, lxs performers de esta obra,  hicimos un viaje por las zonas marginales de Colombia y de nuestro propio país. Ocurrió una situación particular también en este momento, tembló en la Ciudad de México antes del 19 de septiembre, no fue un temblor muy fuerte pero afectó la estructura  Casa de La Paz y quedó inhabilitada para poder trabajar en ella, así que si mal no recuerdo tuvimos que posponer la lectura y movernos a la casa Rafael Galván. Menciono esta situación porque todo lo que ocurrió en el afuera incidió en este ciclo  en la propia creación: el accidente, la incertidumbre, los paradigmas que se empezaban a poner en cuestión, el miedo, el presagio. De todo esto hablaba también la obra y es un privilegio tener un espacio donde las cosas puedan ser mostradas es su totalidad procesal.   Así que el trabajo de esta pieza fue irremediablemente permeado por el afuera, por la distancia con la autora y al mismo tiempo la cercanía con la misma,  por la entrega y tenacidad de Carmen Ramos y Lydia Margules para seguir sosteniendo este proyecto que daba voz a las dramaturgas latinoamericanas y a las directoras mexicanas que necesitábamos un espacio de creación para compartir nuestras voces desde nuestra propia incertidumbre. En 2019 fui invitada por Carmen Ramos para participar en 4to Ciclo de Dramaturgia escrito y dirigido por Mujeres. Tras cuatro años de experiencia en ciclo en el que felizmente pude participar dos años hubo cambios que tuvieron que ver con el propio devenir y las necesidades del ciclo.  En este año se abrió francamente un proceso de creación entre la dramaturga y la directora. Yo trabajé con Ninke Overbeek, de Holanda y el texto Ausencia Presente surgió de un franco intercambio entre las inquietudes de investigación de ambas, los espacios físicos en los que estábamos en ese momento, nuestras propias reflexiones sobre la escena. A esta investigación se sumaron Fernanda Bada y Misael Garrido, lxs performers de esta pieza, ya que todo lo que Ninke mandaba era material para el laboratorio escénico y mandábamos de vuelta lo que funcionaba o las inquietudes que teníamos para que otro texto fuera escrito. Este proceso tuvo un enorme y generoso diálogo, me parece que todas nuestras voces estaban habitando la escena y compartir este proceso con lxs espectadores fue fundamental para entender el propio proceso creativo. Trabajar con Ninke, para mí fue un gran regalo, de hecho nuestra colaboración siguió en otra pieza después de este proceso y consolidó también la relación con Fernanda y Misael para seguir investigando en la escena. Estos ciclos han sido para mí un espacio de resistencia compartido en donde he sentido mucha libertad y contención para realmente mover la escena de sitio a un lugar más amable en donde se respetan procesos, puntos de vista distintos, formas diversas de abordar las teatralidades. Tengo mucho agradecimiento por poder  trabajar al lado de otras mujeres porque me ha hecho re pensar la escena y habitarla de otro modo.

 

 

SEMBLANZAS

 

CLAUDIA CABRERA SÁNCHEZ

Artista, investigadora, docente. Estudió la carrera de Literatura Dramática y Teatro, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, la maestría en estudios críticos en el 17, Instituto de Estudios Críticos y el doctorado en Estudios Latinoamericanos en la UNAM. Es candidata a investigadora nacional por del Sistema Nacional de Investigadores CONACYT y directora del Centro de Investigación Coreográfica del INBAL.  Su trabajo artístico diversificado se centra fundamentalmente en la dirección escénica. Ha realizado varios montajes y piezas artísticas performáticas. Paralelamente ha trabajado como actriz y guionista. Desarrolló una investigación, apoyada por el PADID, sobre procesos de creación y resultado de ello publicó el libro “Límite y emergencia. Procesos creativos inter y transdisciplinarios”. Fue coordinadora de programas en el IMASE donde desarrolló proyectos para la Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal, el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Centro Nacional de las Artes, la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa y Unidad Lerma, el Instituto Mexicano del Seguro Social, entre otros. Participó en la formulación del modelo educativo del INBAL (2018).

En el ámbito académico, ha trabajado como docente en distintas instituciones de diferentes niveles: Maestría de la Investigación de la Danza (INBAL), Escuela Nacional de Pintura, Escultura, y Grabado “La Esmeralda” (INBAL); “Centro de Investigación Coreográfica” (INBAL); “Centro de Formación y Producción Coreográfica de Morelos” (CONACULTA); Universidad “La Salle”; así como talleres en educación no formal: Talleres de arte contemporáneo para niños Museo Universitario de Arte Contemporáneo UNAM (MUAC), Secretaría de Cultura del Distrito Federal. Talleres de arte, educación y creación (CENART), capacitación para maestros de diferentes niveles educativos en la metodología de Educación Estética, para ello obtuvo formación por el Instituto Mexicano del Arte al Servicio de la Educación. A.C. (IMASE) y Lincoln Center Institute, para desarrollar la metodología de “Educación Estética” en México. Desarrolla proyectos de investigación-creación como un espacio donde se conjugan la creación y producción de saber y la relación con la práctica pedagógica. Su trabajo artístico sigue en esa dirección.

 

ANDREA SOLER

Es directora y productora de teatro independiente. Sus obras se han presentado en foros privados, festivales de teatro alternativo y galerías de arte contemporáneo. A nivel institucional, en 2020, dirigió la lectura dramatizada de La mano es un cazador solitario de Katjia Brunner en el Ciclo de Teatro Germánico Contemporáneo Theaterwelt. En 2022, su puesta en escena de Abrasadas, gestada en el IV Ciclo de Dramaturgia Contemporánea Escrita y Dirigida por Mujeres, se mantiene en exhibición en el foro de Terminal Coyoacán. Antes ha colaborado con diversas compañías independientes como actriz, directora, dramaturga y productora.

 

MARTHA MEGA

(Ciudad de México, 1991). Escritora, actriz y directora de escena. Ha dirigido más de 15 puestas en escena y performances. Se ha presentado como performer a lo largo de México y Argentina en espectáculos de poesía escénica, de manera individual y con el colectivo multidisciplinario Literal Sound Machine. Desde el 2019 imparte el taller de lectura y experimentación poética Palabra de Ladrón,además de talleres de literatura en escena e investigación artística. En 2019 fue incluida en la lista de Forbes México de Los cien mexicanos más creativos en el mundo. Divide su tiempo entre la Ciudad de México y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

GIULIANA KIERSZ

(1991, Buenos Aires), es escritora, dramaturga y artista. Sus procesos exploran nuestra relación con el lenguaje, reflexionando en contextos específicos para crear fantasías que muevan el horizonte político y social. Crea intervenciones desde la literatura, las artes performáticas y visuales concibiendo la escritura como un acto colectivo para expandir la dimensión política de las palabras. Su obra "El fin" obtuvo el X Premio Germán Rozenmacher y fue producida por el Festival Internacional de Buenos Aires en 2019 y festival El Aleph en 2020; "Isabel I", el tercer premio en el XV Concurso Nacional de Dramaturgia del Instituto Nacional de Teatro, cuya editorial la publicó en 2016; y ”B”, "502" y "El día que ella dijo que había matado al perro agarré el auto" obtuvieron premios a la traducción por Maison Antoine Vitez en 2020 y 2021. Su trabajo fue apoyado por varias instituciones internacionales incluyendo Académie du Festival d' Aix, Akademie Schloss Solitude, Maxim Gorki Theater, Senatsverwaltung für Kultur und Europa, Royal Court Theatre de Londres, el Ministerio de Cultura de Argentina, el Fondo Metropolitano de la Cultura, las Artes y las Ciencias, la Universidad Veracruzana, el Instituto Nacional de Artes Escénicas de Uruguay, el Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires y la Universidad Nacional Autónoma de México. Sus obras fueron exhibidas en galerías y museos como el Kunstmuseum Stuttgart y Kastanien Berlin. Sus textos fueron traducidos al inglés, francés, alemán, portugués y tsotsil y publicados por Rara Avis Editorial, Libros del Rojas, Fondo Editorial ENSAD, Editorial INTeatro, Espejo Somos, Libros Drama, Archive Books / Editions Solitude. En 2022 escribió su primer libreto para opera producido por CoCreations, Festival MAIA y SWR Experimentalstudio; y presentó "If something like this exists" en el Maxim Gorki Theater en Berlín, Alemania, donde reside actualmente.

 

GABRIELA ROMÁN FUENTES

(Cuernavaca, 1986). Sus textos se han presentado y publicado en México, Inglaterra, España, Argentina, Estados Unidos y Malawi; y han sido traducidos al inglés y portugués. Ganadora del Premio Nacional de Dramaturgia Manuel Herrera 2019 por Playa Paraíso y del Premio Independiente de Joven Dramaturgia 2014 por Escorzo. Finalista del Premio Mancebo del Castillo por Iridiscentes; y del Premio Internacional ASSITEJ-España para la Juventud por Cósmica. Participó en la prestigiosa residencia de otoño del Programa Internacional de Escritura de la Universidad de Iowa, EEUU. Dramaturga residente del Lark Play Development Center en Nueva York en 2019. Ha participado en varias residencias artísticas en Canadá, Argentina y EEUU. Actualmente, estudia un máster en Escritura Creativa en la Universidad de Iowa.

 

GENNY CUERVO Creadora escénica Colombiana. Lic. En arte dramático y magister en dramaturgia. Lidera la colectiva Laboractores desde el año 2004 indagando la puesta en escena y el desarrollo creativo de sus propuestas dramatúrgicas, caracterizadas por indagación de una experiencia de inmersión y gestación de nuevas relaciones entre espectadores y artistas, en conexión con diversas comunidades y territorios de nuestro continente.

 

JULIE PICHAVANT Dramaturga-performer-directora-investigadora teatral Partiendo del teatro y las artes visuales, Julie Pichavant dirige varios proyectos artísticos dentro de la compañía ZART. Cada creación nace de una investigación: un laboratorio y exploración mutua. Su trabajo utiliza estrategias de inmersión, experimentación y cocreación. El tema del extractivismo y la explotación de los cuerpos y los territorios es fundamental en su investigación. Trabaja en Francia, Europa y América Latina (Colombia, México, Chile). Imparte clases de práctica teatral y performativa en el marco de la Licenciatura en Artes Escénicas de la Universidad de Toulouse Jean Jaurès. Se formó en cine documental en los Ateliers Varan.

 

MARIANA GARCÍA FRANCO

(CDMX, 1976). Egresada de la carrera de actuación de Casa del Teatro y del Diplomado Teatro del Cuerpo.Estudió el Diplomado de Pedagogía de Casa del Teatro. Realizó estudios de lengua y literatura hispánica en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Estudió un taller de dirección y puesta en escena con Emilio García Wehbi en Buenos Aires, Argentina. Ha sido directora de escena de 2002 A 2021. Los montajes más destacados son: La descolocación de las cosas; Notas para construir un paisaje (apuntes sobre  migración); (Nunca) salga de su habitación; El deshielo es inminente; Proyecto Siberia; El concierto deseado de Franz Xaver Kroetz; Parajes desoladores; Sin nombre, estudio sobre la desaparición; y El rapto a partir de El rapto de Lucrecia de William Shakespeare.Ha sido docente, con un interés particular en la investigación pedagógica, desde el año 2000 hasta la fecha. Ha recibido varios estímulos para la creación: Circuito Nacional de artes escénicas en espacios independientes del Centro Cultural Helénico (2021); Creadores escénicos con trayectoria FONCA (2018-2020). Fomento a proyectos y Coinversiones Culturales FONCA- CONACULTA (2011- 2012); Jóvenes Creadores FONCA (2009- 2010); como miembro de el grupo El Regreso de Ulises, México en escena del CENART (2009- 2010); Fomento a proyectos y Coinversiones Culturales FONCA- CONACULTA(2008). Actualmente goza del apoyo de Programa a Fomento a proyectos y Coinversiones Culturales con la pieza escénica Imágenes límites difusas.

Redes sociales

Diseñada por TRAMEDIA servicios audiovisuales